Nos proporciona ver a prácticamente a la perfección cualquier variedad morfológica que haya en los dientes y en el tejido circundante, tales como en el hueso y en las estructuras de los nervios.
Igualmente, resulta de gran ayuda para poder descubrir lesiones de todo tipo que estén relacionadas con el hueso, bien sean quistes, granulomas o fracturas.
Además, se trata de una herramienta muy práctica para detectar un posible fracaso en endodoncia, debido a su capacidad para ver cómo han sido tratados los conductos y la longitud que puede alcanzar la obturación. De esta forma, se puede realizar una mejor valoración del caso y así diagnosticar un pronóstico con mayor exactitud.